A finales de los años 1980 la Unión Musical y Artística de Sax estaba inmersa en la plenitud de una política dirigida a la creciente inversión en instrumental y utillaje para la mejora de trabajo de músicos y educandos. La complejidad ascendente de la banda, en número y calidad, y las dimensiones que había alcanzado la escuela de música hacía imprescindible la multiplicación de los apoyos morales y financieros.
En junio de 1990 se costituyó una «comisión de trabajo, independiente de la Junta Directiva, sin potestad jurídica, formada por mujeres de los directivos y madres de los músicos» para ayudar a la Entidad. En esas fechas la Sociedad se encontraba en vísperas del inicio de un muy fructífero ciclo de participación en certámenes y se había propuesto la suscripción de un crédito para la compra de un lote importante de instrumentos. La colaboración de esa comisión femenina se antojaba como una excelente idea que podría colaborar en ese y otros esfuerzos. Era el antecedente de una agrupación que en el futuro conviviría gozosamente en la historia de la banda.
Ese mismo año 1990 la agrupación de mujeres participó muy activamente en la organización de la Fiesta de Santa Cecilia. Fue entonces, y en honor a la Patrona, cuando adoptaron el nombre de «Cecilianas».
La agrupación fue presentada oficialmente a la Unión Musical en la Asamblea General del día dos de marzo de 1991 y muy prontro su actividad se centró en el aporte de fondos y trabajo para la Fiesta de Santa Cecilia, pero también para los objetivos concretos que pudiera demandarle la Junta Directiva de la Sociedad.
En 1993, por ejemplo, gracias a la labor de las cecilianas la Unión Musical pudo contar con una trompa y una cafetera, dos elementos con finalidad muy distinta, pero que se hacían imprescindibles para la mejora del trabajo dirario. Para entonces, la agrupación contaba ya con 120 socias.
Tras algunos reajustes en su Directiva, las cecilianas tuvieron ocasión de colaborar en proyectos tan importantes como la instalación de la calefacción en la sede social en 1995, que fue una operación de envergadura y que se comprometieron a financiar, librando así a las magras arcas de la Unión Musical de esa pesada carga. Tan solo unos años después, en 1996, con sus cuentas saneadas y una actividad notable, las cecilianas ya se permitían el lujo de adquirir para la banda un nuevo trombón y uniformes.
En los años siguientes, la agrupación de voluntarias femeninas prosiguió ininterrumpidametne con su actividad, haciéndose siempre presente tanto en la Unión Musical como en el pueblo de Sax en general. Su participación en eventos como el 75º aniversario de la Sociedad fue, como no podía ser de otra manera, muy revelador de la ilusión e importacia de su trabajo.
Sus últimas y destacables colaboraciones son la ayuda para la financiación de la remodelación del Local Social en 2005, ayuda para la financiación de material instrumental en 2006 y la financiación completa de los chaquetones para nuestros músicos en 2007. En la actualidad esta sociedad tiene un total de 225 socias.